El drama detectado en las residencias a causa del Covid-19 ha hecho emerger la desprotección de la vejez y nuestros mayores. En España culturalmente, las familias retrasan el ingreso de sus progenitores en una residencia cuando la situación de deterioro es tal, que su cuidado y atención en el hogar es insostenible.
El Covid 19 ha hecho aflorar la deficiente atención que nuestras sociedad presta a la tercera edad; la inadecuada dotación de medios, regulación y la falta de supervisión de las residencias que los acogen y de las que la administración deberá en su momento responder.