Valorando la capacidad del paciente

Una de las cuestiones de mayor complejidad en el ámbito asistencial sanitario radica en valorar la capacidad y madurez de las personas para entender los riesgos beneficios de un tratamiento y tras ello acceder a tratarse. Los médicos, llevan desde tiempo inmemorial realizando esta función de facto, formaba parte del quehacer diario,  no había regulación legal o científica sobre ello. A partir del Convenio de Oviedo se implantó el modelo sanitario de la autonomía de la voluntad del paciente, que se instrumentalizó en la Ley 41/2002, cuyos art.5.3 y 9.3 elevan a obligación legal y entra ya dentro de la lex artis. Con ello el médico debe valorar la capacidad y las aptitudes psicológicas que ello supone. Puesto que sin capacidad no hay autonomía ¡