Permítanme que utilice esta expresión acuñada por Guillem Recolons – que significa hacer pública tu situación clínica y explicar tu enfermedad. Guillem refiere que cuando tuvo que salir del armario clínico – motivado por una urgencia médica – produjo un efecto llamada entre sus amigos y que todo su entorno le explicó a su vez sus miserias clínicas y que eso fue beneficioso.
¿Se dan Uds. cuenta que hemos pasado de utilizar expresiones crípticas – “larga y penosa enfermedad” – a explicar abiertamente la enfermedad que padezco sea un tumor o una enfermedad degenerativa?
¿Cómo transitar desde la larga y penosa enfermedad a salir del armario clínico?
Lo anterior – no es un hecho aislado – asistimos en las RRSS a ver a personas conocidas – como narran los efectos semanales de la quimioterapia asolando su cuerpo en el caso de Gabriel Masfurroll …o como avanza la enfermedad en el caso de un deportista famoso – Unzué explicando su afectación en la prensa o en la TV.
Cuando acabé la carrera de medicina – si a un paciente se le diagnosticaba una enfermedad oncológica – la familia llegaba a un pacto de silencio para que el afectado no sufriera – algo que hoy sería impensable, además de irresponsable.
La autonomía del paciente – como eje central sobre el que bascula el sistema sanitario impediría tal concepción actualmente – pues la gestión de la información clínica por parte del médico responsable y su comunicación al paciente es uno de los ejes vertebradores del principio de la autonomía del paciente.
Es conocida la debacle psicológica que produce la comunicación de una grave enfermedad y la difícil gestión que ello comporta en el afectado y su núcleo más directo – se ha hecho imprescindible, pues, el acompañamiento psicológico en estos trances y ha supuesto una asistencia integral indispensable.
La Psicooncología
Es un campo interdisciplinario que se encarga de la intersección de los aspectos físicos, psicológicos, sociales y de comportamiento de la experiencia del cáncer, tanto para los pacientes como para los cuidadores, y sus familias. Los profesionales en el campo se ocupan de aspectos que afectan al paciente y que van más allá del tratamiento médico, y en toda la trayectoria del cáncer, incluido el diagnóstico, durante el tratamiento, la transición hacia y durante toda la supervivencia y el acercamiento al fin de la vida.
Se sabe que el diagnóstico y el tratamiento del cáncer influyen significativamente en el bienestar psicológico. El nivel de ansiedad y depresión es alto para la mayoría de las personas que han sido diagnosticadas de cáncer en comparación la población general.
Hablar de las miserias clínicas es beneficioso – aunque podamos pensar lo contrario y por ello en la red hay post, libros, etc. que ayudan al afectado a gestionar la situación y lo impelen a no ocultarla y a desestigmatizarla.
En el libro “El cáncer y las palabras” tres psicooncólogas analizan el efecto de frases como “una larga y cruel enfermedad” o “grandes luchadores” y cómo afectan a los enfermos. Por qué refuerzan la asociación con la muerte, aun cuando las tasas de supervivencia aumentan y lo contraproducente de dicha situación.
Para acabar vean sino este precioso video de Pau Donés¡
Pau Donés no utilizó subterfugios para hablar de su cáncer, salió del armario clínico y no quiso ser un paciente heroico. Asumió el diagnóstico, tiró adelante con él y eso le ayudó a ordenar el final de su vida – sin perderse en metáforas absurdas.
Por ello a estas alturas de la vida – tiene sentido salir del armario clínico más que nunca ¡
Imagen de Freepik
Excelente artículo, Doctora! Cómo ha cambiado el tratamiento comunicativo de la enfermedad. Ahora, compartir es ganar!
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